Por Caso De Espionaje, Se Comprueba Que EPN Además De Corrupto, Es Cobarde

En otros países, presidentes renunciaron

Guadalajara, Jalisco, (20 de junio 2017).- Uno de los eventos que estremeció al mundo fue el famoso «Watergate» que culminó con la renuncia del entonces presidente Richard Nixon, al gobierno de los Estados Unidos.

Se comprobó que hizo trabajo de espionaje sobre el partido demócrata y no tuvo más que renunciar; a lo largo de los años, han habido más casos similares y los mandatarios han tenido que dejar sus cargos

Pero aquí es diferente, pase lo que pase, el presidente termina su periodo y sale limpio de cualquier acusación. El espionaje que el New York Times reveló el día de ayer es una raya más al tigre llamado Peña Nieto y PRI, con el que se comprueba una vez más que la corrupción es lo suyo.

Se presenta en un momento delicado, pues en los últimos meses, los asesinatos en contra de periodistas han dado la vuelta al mundo. Hasta la Canciller alemana, Angela Merker recriminó el hecho cuando vino a México hace unas semanas.

No sorprende que Peña Nieto sea corrupto, lo sabemos desde que era Gobernador del Estado de México, sino que además se refleje su cobardía. El presidente es un cobarde porque lejos de enfrentar los problemas del país, los niega.

Es un cobarde porque aprovecha los recursos del estado para espiar a quienes le incomdan; no solo espía a periodistas y a organizaciones críticas a su gobierno, nos espía a todos.

Pero ya, qué más da, el señor mandó a decir que no hay pruebas, seguirá en su cargo el año y medio que le resta y no habrá poder mexicano que lo haga pagar. Sobran las palabras.

Columna por: J. Fernando Carmona

Correo: fer_carmona@live.com